Buscar

Historial

domingo, 1 de noviembre de 2020

Haz tu propia mantequilla cannabica para el dolor

marihuana para la artritis

Uno de los remedios más sonados para combatir los dolores de la artritis es la mariguana, o bien, su activo el CBD, sin embargo, no todos se animan a fumar, por fortuna hay otros medios para probarla y que en muchos casos, resultan con un efecto más potente, eliminando las dolencias por un tiempo.  

Un método ideal para utilizar la marihuana es por medio de la comida, por ello, te diremos cómo crear una mantequilla cannabica. Es una buena alternativa para aquellas personas que quieran consumir cannabis de forma medicinal sin tener que fumar o vaporizar.

Cómo hacer la mantequilla cannabica


Antes de iniciar su preparación, es importante tomar en cuenta que cuando se fuma la marihuana, esta sólo es efectiva n un 40%; al prepararla en alimentos, se utiliza toda su potencia, por ello es bueno empezar con dosis muy pequeñas.

A continuación, explicamos paso a paso los ingredientes y la forma de preparación.

Ingredientes:
+ 250 gr de mantequilla
+ 500 ml de agua
+ 15 gr de hojas de marihuana con resina o 5gr de cogollos

*La resina son los pelitos blancos que podemos observar en las hojas.

Preparación:

Podemos utilizar sólo hojas o cogollos, o bien, combinarlos.

Lo primero que deberemos hacer será hervir las hojas o los cogollos en agua, a fuego muy bajo durante 20 minutos, es importante mencionar que el agua no separa el THC (causa efecto sicotrópico) ni el CBD (causa efecto de bienestar, elimina los dolores), para poder extraerlos se requiere de aceite, por ello debemos incorporar mantequilla. Este primer paso en agua nos ayudará a quitarle el sabor a clorofila.

El siguiente paso será hervir la mantequilla en agua al fuego mínimo, siempre evitando que el agua esté en ebullición. Una vez tengamos la mantequilla completamente derretida, procederemos a echarle las hojas o cogollos hervidos previamente.

Deberemos tenerlo siempre al fuego mínimo, y no dejar de remover en ningún momento, y veremos cómo poco a poco nuestra mantequilla va adquiriendo un color más verdoso. Deberemos mover durante unos 30 minutos, hasta que tengamos una mantequilla uniforme y homogénea.

Cuando estemos seguros de que ya ha soltado todo el activo (el color verde es más intenso) y que ya tenemos una pasta homogénea y verdosa, es el momento de filtrar nuestra mantequilla con un colador, para asegurarnos que no nos queda ningún rastro de hojas o cogollos.

Deberemos dejar enfriar a temperatura ambiente un par de horas, para después meterlo en la nevera y dejarlo reposar 24 horas. Nos quedará una capa de mantequilla flotando sobre el agua, con una textura muy similar a que compramos, pero de un color mucho más verde, esta es la que almacenaremos en un recipiente y la utilizaremos como cualquier mantequilla en nuestros postres o con un pan tostado.

Recuerda, prueba una dosis pequeña, tu cuerpo te dirá si es suficiente o requieres un poco más.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario