Ante una enfermedad como la artritis reumatoide, que no cuenta con una cura actual, la remisión es la meta de aquellos que la sufren, pues es el mayor aliciente que nos puede brindar esta enfermedad, al ser un estado donde se continua enfermo pero sin los terribles síntomas que esta conlleva.
Esta fue una de las conclusiones puestas de manifiesto en el marco del XI Simposio de Artritis Reumatoide de la Sociedad Española de Reumatología (SER).
Cabe mencionar que la artritris es una enfermedad que en el caso de España, afecta a casi 400 mil personas, y en el caso de México, a poco más de un millón, siendo Yucatán el estado donde más casos se dan.
El punto vital
En cuanto al tema de la remisión, no se trata sólo de un estado donde no sufriremos los síntomas de esta enfermedad, sino que significa también un alivio para nuestro bolsillo, en el caso de México, se calcula que un paciente con artritis invierte en promedio 50 mil pesos al año en su salud, entre medicamentos y consultas, lo que de acuerdo con el Inegi, representa el 25% del ingreso anual de un trabajador medianamente remunerado en el país.
En cuanto al tema de remisión tratado en el Simposio, el Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra, y el Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de La Paz, han reflexionado sobre el concepto de remisión desde la perspectiva de los agentes involucrados en el manejo de la artritis reumatoide: por un lado desde el punto de vista del reumatólogo, el especialista de la patología. Por otro lado desde la perspectiva del paciente y las implicaciones que supone la remisión para ellos, y por último desde la relevancia de la remisión para gestores y decisores en su proceso de toma de decisiones y medición de resultados.
Vivir sin síntomas
El objetivo es controlar los principales síntomas de la enfermedad y conseguir que el paciente pueda vivir como si no tuviera la enfermedad, es decir, sin síntomas. Es lo que se conoce como estar en remisión.
Consideran que para conseguir la remisión, hay que conocer la perspectiva del paciente y abordar la enfermedad incluyendo su perspectiva en el concepto de remisión. La atención a los pacientes con AR ha mejorado mucho en los últimos años y queda claro que la remisión debe ser el objetivo de tratamiento.
El objetivo principal radica en controlar los principales síntomas de la enfermedad y conseguir que el paciente pueda vivir como si no tuviera la enfermedad.
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