¿Sabías que la moringa puede ayudarte? si bien existen medicamentos destinados para combatir los efectos de la artritis, la naturaleza también nos brinda herramientas que en combinación con nuestro tratamiento, pueden ayudarnos a mejorar enormemente nuestra calidad de vida.
La moringa oleífera es un árbol característico de la zona de los Himalayas, pero lo que la distingue no es su exótico origen, sino que es conocido como el vegetal más nutritivo del mundo. También es conocido como el árbol milagroso y de la vida y cultivado en África, América Central y del Sur.
Dentro de sus componentes la moringa tiene minerales, proteínas, vitaminas, aminoácidos y compuestos fenólicos. Y entre sus diversas propiedades (por sólo nombrar algunas, es antioxidante y antitumoral) se destaca la de ser un potente antiinflamatorio. Posee, al menos 36 antiinflamatorios, entre ellos vitamina A, B, C, E, arginina, calcio, clorofila, cobre, Omegas 3, 6 y 9, potasio, magnesio, azufre y zinc.
Como bien sabemos, la artritis produce inflamación debido a la degradación del cartílago, dejando a los huesos expuestos al roce entre ellos. Por lo que, sea cual sea tu tipo de artritis, es muy bueno tener a mano la moringa, un remedio antiinflamatorio natural. Su extracto es estudiando desde hace varios años, con efectos positivos en inflamaciones agudas y crónicas.
Además de todos los antiinflamatorios que contiene la moringa, la supresión de la enzima COX-2 sería otro factor importante. Esta enzima es la culpable del dolor y la inflamación que sientes. Y es la que pretende ser controlada con medicamentos que tienen efectos secundarios que esta beneficiosa planta no.
Como usar la moringa
En semillas. Debes triturar las semillas, incorporarlas con algún aceite (el de coco es el más recomendado) y aplicarla en la zona inflamada. Del mismo modo puedes usar también el aceite de las semillas.
En polvo. El polvo de moringa es una de las presentaciones más comunes. Es recomendable que diluyas media cucharadita de polvo en agua durante el desayuno, siempre acompañada de alimentos. El polvo de moringa es bastante concentrado, por lo que debes evitar consumir más que media cucharadita, al menos hasta el quinto día de uso. También puedes encontrarlo en cápsulas, en ese caso deberás consumir la cantidad indicada en el frasco, puedes conseguirlos en tiendas naturistas.
En hojas. Las hojas son consumidas como infusión, generalmente se comercializan en saquitos como cualquier té. Pero si consigues las hojas secas podrás preparar una infusión con 1 a 2 gramos por taza.
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